Daños derivados del trabajo

Antes de comenzar a hablar de los daños derivados del trabajo es necesario detenernos en una serie de definiciones que aparecen descritas en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales 31/95.

Entre ellas tenemos:

Riesgo laboral: la posibilidad de que un trabajador sufra un daño derivado del trabajo.

Daño derivado del trabajo: se define como las enfermedades, patologías o lesiones sufridas con ocasión o motivo del trabajo.

Prevención: es el conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de la actividad de la empresa con el fin de disminuir los riesgos derivados del trabajo.

 

2. CONSECUENCIAS DE LOS RIESGOS

Los riesgos laborales pueden derivar en una serie de consecuencias negativas para el trabajador entre las que tenemos:

  • Los accidentes de trabajo
  • Enfermedades profesionales
  • Otros daños laborales

2.1 Accidente de Trabajo

Un elevado número de accidentes laborales indica que en la empresa existen unas malas condiciones de trabajo o no existe un buen sistema de gestión y planificación de la prevención. Por tanto tendremos que encaminar primeramente nuestra acción preventiva a eliminar o reducir al mínimo los accidentes.

Legalmente, se entiende por accidente de trabajo toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o a consecuencia del trabajo que ejecuta por cuenta ajena.

Se consideran accidentes de trabajo:

  • Los ocurridos al ir o volver del trabajo (accidentes in itinere).
  • Los ocurridos durante el desempeño de las funciones de cargos electivos de carácter sindical, así como, al ir o volver del lugar en que se ejerciten dichas funciones.
  • Los ocurridos durante el desempeño de tareas incluso distintas de las de su categoría profesional, realizadas por el trabajador en cumplimiento de las órdenes del empresario, o espontáneamente en interés del buen funcionamiento de la empresa.
  • Los ocurridos durante acciones de salvamento que tengan conexión con el trabajo.
  • Las enfermedades o defectos padecidos con anterioridad del accidente que se agraven como consecuencia del mismo.
  • Las consecuencias del accidente que se modifiquen en cuanto a duración o gravedad por la aparición de enfermedades vinculadas con la evolución del accidentado y como consecuencia del medio en el que se ha situado al accidentado para su curación.
  • Las enfermedades, no incluidas en el cuadro de enfermedades profesionales que tengan como causa exclusiva la realización del trabajo.

No se consideran accidente de trabajo:

  • Los debidos a fuerza mayor que no tengan relación con el trabajo (por ejemplo un terremoto). Sí se consideran accidente los efectos del sol y de un rayo.
  • Los debidos a intención de engaño o imprudencia temeraria del trabajador. Si bien hay que matizar que serán considerados como accidente de trabajo:
  • Los producidos por imprudencia temeraria cuando esta sea la práctica habitual de trabajo y que se deriva de un exceso de confianza.
  • Cuando exista culpabilidad civil o criminal del empresario, de un compañero de trabajo accidentado o de un tercero, salvo que no guarde relación con el trabajo.

Desde el punto de vista legal hay que tener en cuenta que el accidente laboral desencadena una serie de prestaciones economico-sanitarias hacia el trabajador por parte de la Autoridad Laboral y en concreto del Sistema de la Seguridad Social que hacen del accidente de trabajo un suceso de obligada notificación.

De manera frecuente se tiende a confundir el accidente con las lesiones que produce. Es importante aclarar esta confusión ya que con más o menos frecuencia, se producen incidentes que pasan inadvertidos porque solo producen paralización de la tarea o daños económicos pero no lesiones. Y esta situación no nos garantiza que en el futuro y en circunstancias parecidas no se produzca un accidente grave. Por ejemplo un almacén cuya carga no está bien distribuida puede originar la caída de material y no por eso producir un accidente sobre la persona que se encarga de colocar la carga. Sin embargo es importante investigar las causas que han provocado ese accidente para evitar que la próxima vez que ocurra llegue a caer sobre el trabajador y producir lesiones que se podían haber evitado. A estos accidentes se les conoce con el nombre de accidentes blancos o incidentes.

Desde un punto de vista técnico preventivo, accidente de trabajo es todo suceso anormal, no querido ni deseado, que se presenta de forma brusca e inesperada, aunque normalmente evitable, que interrumpe la normal continuidad del trabajo y puede causar lesiones a las personas.

2.1.1 ¿Por qué este elevado número de accidentes?

Hoy en día todavía es bastante elevado el número de accidentes de trabajo que se producen. Entre las causas tenemos:

  • Las causas de los accidentes, normalmente no producen molestias (un hueco sin cubrir, un cable eléctrico sin proteger, etc.) por lo que muchas veces no se tiene prisa en solucionarlas. Además los accidentes pueden o no ocurrir aunque existan causas. El accidente de trabajo es algo repentino y en muchos casos inesperado, por lo que muchos empresarios consideran que invertir dinero y esfuerzo en algo que puede o no ocurrir es causa de que en muchas ocasiones se tiente a la suerte por considerar que nunca ha pasado nada y las posibilidades de que suceda son mínimas.
  • El desconocimiento por parte de los trabajadores de la existencia de un peligro en su puesto de trabajo.
  • Limitada conciencia social y empresarial de las pérdidas humanas y económicas que estos suponen.
  • Hay otros factores que influyen sobre los accidentes como máquinas inseguras, entorno físico inconfortable e incluso tensas relaciones humanas, y pueden ser origen de accidentes de trabajo.
2.1.2 Causas de los accidentes

Por el ámbito tan complejo de los accidentes, la prevención encaminada a evitarlos se plantea como una tarea compleja que implica la participación de todos los trabajadores de la empresa y además de los técnicos especialistas en la materia.
Como las causas que pueden originar los accidentes de trabajo son múltiples, a continuación presentamos un gráfico donde se muestra un esquema de las que están más directamente relacionadas con la aparición de los mismos:

Para evitar la aparición  de los accidentes debemos controlar los factores anteriores, por lo que debemos:

  • establecer procedimientos fiables para comprobar que las personas siguen las especificaciones dadas para el trabajo.
  • utilizar materiales que no introduzcan riesgos inesperados en el trabajo.
  • verificar constantemente las condiciones de los equipos, instalaciones, herramientas, etc.
  • verificar las condiciones para evitar los riesgos higiénicos de ruido, falta de iluminación, etc.

Los accidentes, por muy inesperados, sorprendentes o indeseados que sean, no surgen de la casualidad o de la mala suerte, si no que siempre hay unas causas de carácter natural. Es deber del empresario investigar las causas que han dado lugar al accidente, tanto las directas como las indirectas, para solucionarlas y evitar que vuelvan a aparecer y originen nuevos accidentes.

2.1.3 Costes de los accidentes de trabajo

Además de las razones ético morales para hacer prevención es importante considerar otros factores de tipo económico. Por ello hay que hablar de dos tipos de costes: el coste humano y el coste económico.

Cuando se produce un accidente se ven afectados tanto el accidentado como la empresa.

-Costes para el accidentado:

El coste humano para el trabajador accidentado lo constituye el dolor y sufrimiento físico y psíquico que producen la lesión y los tratamientos médicos necesarios para mejorarla. También la pérdida de la capacidad de trabajo, sea temporal o permanente; el sufrimiento de la familia; y el rechazo social hacia los disminuidos físicos, entre los que el accidentado se incluye si la lesión tiene consecuencias permanentes.

El coste económico del accidente para el trabajador es también muy importante. Podemos pensar que para el trabajador su salario es lo mas importante ya que es la fuente principal o única de ingresos. El accidente supone una pérdida parcial o total de estos ingresos durante el tiempo que transcurra hasta la curación o el resto de su vida si la lesión produce incapacidades permanentes.

-Costes para la empresa

El coste humano para la empresa está constituido por:

  • Pérdida de recursos humanos que se produce cuando los trabajadores son apartados del proceso productivo por causa del accidente ya sea temporal o definitivamente.

  • Sustitución del trabajador por otro muchas veces con menos experiencia y conocimientos.

Los Costes económicos para la empresa se clasifican en:

  • Costes directos

  • Costes indirectos

 

La rama de la prevención que estudia los accidentes de trabajo es la seguridad en el trabajo, que se define como el conjunto de técnicas y procedimientos que tienen por objeto eliminar o disminuir el riesgo de que se produzcan los accidentes de trabajo.

 

2.2. Enfermedad profesional

En el texto refundido de la Seguridad Social se define la enfermedad profesional como la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena, en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se aprueba por las disposiciones de aplicación y desarrollo de la ley, y que esté provocada por la acción de los elementos o substancias que en dicho cuadro se indique para toda enfermedad profesional.

Las enfermedades contraídas como consecuencia del trabajo y que no estén contempladas como enfermedades profesionales serán consideradas, a efectos legales, como accidente de trabajo.

Desde el punto de vista técnico preventivo, se habla de enfermedad derivada del trabajo en lugar de enfermedad profesional aunque se utilizan indistintamente ambos vocablos. Se entiende por enfermedad derivada del trabajo, aquel deterioro lento y paulatino de la salud del trabajador, producido por una exposición crónica a situaciones adversas, sean producidas por el ambiente en que se desarrolla el trabajo o por la forma en que está organizado.

Los factores que determinan una enfermedad profesional son los siguientes:

  • Tiempo de exposición
  • Concentración o intensidad del contaminante. Existen unos valores máximos tolerados establecidos para muchos de los riesgos físicos y químicos que suelen estar presentes habitualmente en el ambiente de trabajo, por debajo de los cuales es previsible que en condiciones normales no produzcan daño al trabajador expuesto. Por ejemplo, en el caso de la acetona, la concentración en ambiente no debe sobrepasar los 500 ppm (partes por millón), mientras para el n-hexano no debe pasar de los 50 ppm.
  • Presencia simultánea de varios contaminantes.
  • Características personales de los trabajadores. Hay que considerar en cada caso las condiciones de vida y las constantes personales de cada individuo.

 

La técnica que se encarga del estudio de las enfermedades profesionales es la higiene industrial que se define como la técnica que previene la aparición de enfermedades profesionales, estudiando, valorando y modificando el medio ambiente físico, químico o biológico del trabajo.

Es importante tener en cuenta que no es lo mismo un accidente de trabajo que una enfermedad profesional por lo que en el cuadro siguiente se muestran sus diferencias más evidentes:

2.3 Otros daños para la salud

Es importante tener en cuenta que no debemos limitar la prevención de riesgos a la lucha contra accidentes y enfermedades profesionales, ya que eso supondría definir la salud como la ausencia de daño o enfermedad, abarcando solo una parte de la definición del concepto de salud dado por la OMS.

Es importante plantearnos que en el trabajo también pueden existir elementos agresivos capaces de ocasionar trastornos que, sin ser de naturaleza física, pueden causar daño al trabajador. Estos trastornos pueden materializarse en dolencias de tipo somático o psicosomático.

Entre los otros daños se incluye la fatiga, que es el resultado de una carga de trabajo excesiva, ya sea física o mental. Su aparición dependerá, en gran medida, de las condiciones en que el trabajo se realiza y de la adecuación del mismo a las capacidades físicas e intelectuales del trabajador.

Por otra parte, debemos considerar otros riesgos que pueden dar lugar a daños no específicos y de consecuencias poco evaluables. Entre ellos se encuentra la insatisfacción, que puede ser ocasionada por diversidad de factores derivados de una inadecuación del lugar, contenido y organización del trabajo a las exigencias del trabajador, la monotonía, la automatización, la posibilidad de tomar decisiones en los distintos aspectos que afectan a la tarea, un trabajo a turnos, etc. Son algunos aspectos claves que determinan la posible insatisfacción del trabajador, que puede traducirse en alteraciones de su salud y repercutir también negativamente en el sistema productivo.

Para actuar sobre estos otros daños para la salud contamos con la Ergonomía y la Psicosociología aplicada a la prevención de riesgos laborales, además de la aportación general de la medicina del trabajo, al igual que lo hace en relación con los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.

La Ergonomía se define como el conjunto de técnicas cuyo objetivo es la adecuación del trabajo a la persona. Por su parte la Psicosociología aplicada a la prevención de riesgos laborales estudia los factores de naturaleza psicosocial y organizativa existentes en el trabajo, que pueden repercutir en la salud del trabajador.